¿Por qué es importante llevar a cabo un discipulado como éste?
El plantearse esta pregunta es totalmente válido. Desde diversas perspectivas, existen temas que son más atrayentes, o más importantes, o más necesarios.Muchos de nosotros tenemos claro el hecho esencial de que Dios es Padre. Pero ¿Es efectivamente nuestro Padre? ¿Lo sentimos así? ¿Tenemos la libertad de verlo como un padre amoroso?La forma en la que vemos a Dios, con los atributos que creemos que tiene, en comparación con sus verdaderos atributos, muchas veces condiciona la forma en la que nos relacionamos con Él. Existen tres aspectos relevantes que son necesarios de tratar en la relación PADRE-HIJO que debemos tener con Dios:
Ø La Influencia de los Padres terrenales. Para la mayoría de nosotros, la palabra “padre” no es una idea abstracta. Debido a las fortalezas que hay en nuestra mente. (No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2). Recordar las experiencias con nuestro padre terrenal en el tiempo de la niñez es crucial para entender las fortalezas que impiden que veamos a Dios, como un Padre amoroso. Pero Dios escogió la palabra Padre para revelarse a nosotros, porque esta palabra implica una relación con él.
Y seré para vosotros por Padre y vosotros me seréis como hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” 2Co. 6:18
Ø De vuelta al Edén, origen. Los seres humanos añoramos una conexión que perdimos en el pasado y que definimos a través de los retratos guardados en a memoria. La razón de nuestro anhelo existencial: un hogar del que salimos por desobediencia, un jardín que perdimos, y en él, a un verdadero Padre… el que nos dio la vida. Extrañamos su tierna voz, su sabio consejo, el calor de su mirada y el solaz que se halla en su abrazo. Dios Padre, es la fuente de la que provenimos y a la que deseamos volver. En su amor nos creó y nos dio un nombre, en ese nombre se encierra nuestra identidad verdadera y el propósito sublime de nuestra existencia. Mientras no lo encontremos como Padre, nuestro espíritu seguirá gritando: ¿Dónde está mi Padre y mi Dios?
Ø Necesitamos vivir la adopción de Dios.“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de ADOPCIÓN, por el cual clamamos ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” Ro. 8:15-16
El objetivo de este discipulado es que podemos repetir este mismo versículo, con la misma intensidad que expresó Pablo, que podamos decir, con toda libertad en el espíritu, que nuestro Dios es también nuestro Padre amoroso, compasivo, tierno comprensivo, y todos aquellos atributos que sólo Él posee. El que seas parte de este discipulado no es una coincidencia, Dios anhela que lo conozcas de forma personal, él quiere revelarse como un padre amoroso que dio y da todo por ti, y así comiences a tener una verdadera e íntima relación con él, ya que si no se te ha revelado de esta forma siempre estarás a un centímetro de él, pero no en él, en sus brazos. Ya conoces de Dios, ahora atrévete a conocer a Dios!!!!